Like Me nos cuenta una historia sobre las redes sociales, la necesidad de gustar y la angustia que genera en aquellos que esperan Likes de los demás, sin valorar la importancia de lo hecho por uno mismo, sin más.
El proceso ha sido muy interesante, pensamos que hemos aprendido mucho y estamos contentas con el resultado. Es curioso que, pese a que a priori el stopmotion parecía una técnica más complicada, la pixilación resultó más compleja de lo que parecía al principio, ya que trabajar con personas, en un escenario más grande, con más variables ambientales para controlar, supuso un reto mayor que el stopmotion.
Os dejamos aquí el resultado. Si os gusta, dadnos un like.